Ideas novedosas para ingredientes frescos

Si prefieres la rúcula o los canónigos, estas especies forman su propio grupo junto con variedades tradicionales como la verdolaga o los canónigos mineros. Dato curioso: este tipo de cultivo crece a menudo en nuestros jardines delanteros -de forma totalmente desapercibida- y está esperando a que lo descubramos y recolectemos.

Estupendo por dentro y por fuera

Como ves, ¡las ensaladas no son aburridas! Y gracias a las distintas especies, hay una gran variedad de hojas disponibles durante todo el año. Eso es estupendo, porque las verduras frescas no solo dan color al plato, ellas brindan muchos beneficios.

Comencemos por las cantidades. La buena noticia: ¡nunca hay demasiada ensalada! Las hojas están compuestas por un 95% de agua y apenas tienen calorías, así que puede disfrutar de la cantidad que quiera.

Ahora bien, en las hojas frescas hay mucho más que agua. Por ejemplo, vitaminas A, B y C y minerales vitales como calcio, magnesio y potasio. Además, aportan mucha fibra, favoreciendo una digestión sana. Las variedades de lechuga amarga también ofrecen compuestos vegetales secundarios como polifenoles, carotenoides o flavonoides.

¡La fórmula perfecta para mantenerse joven!

La clave para mantenerse sano y en forma

Lo bueno de las ensaladas es que puedes hacerlas aún más sanas con un montón de extras deliciosos. Si te gusta la textura, las semillas de sésamo, los cacahuetes o las pipas de calabaza no solo añaden un toque crujiente, sino también minerales y ácidos grasos saludables.

Si quieres disfrutar de tu ensalada como algo más que una simple guarnición, puedes mejorarla con diversos complementos para convertirla en un plato principal satisfactorio. ¿Qué tal, por ejemplo, setas y manzanas asadas con rúcula? ¿O una sabrosa combinación de naranjas sanguinas maduradas al sol y apio crujiente, perfectamente rematada con pesto de albahaca fresca?

Una opción extraordinariamente sabrosa es mezclar lechugas amargas como la escarola y la achicoria con zanahorias y pepinos dulces. Aderezada con granos de granada ácida, esta versión tiene todo lo necesario para convertirse en su nueva ensalada favorita. Incluso las verduras de moda, como la col rizada, pueden transformarse en una sabrosa ensalada en un abrir y cerrar de ojos. Los pimientos y el pepino le van muy bien. Además, las guindillas recién cortadas le dan un toque picante.

El secreto de un buen aliño

Los aceites buenos son la clave. Además de aportar ácidos grasos esenciales, según la variedad, también tienen su propio sabor, por ejemplo, los de oliva o nuez. Los de girasol o canola son más neutros. Prueba qué combinación de aceite y ensalada se adapta mejor a tus gustos.

Los aceites también ayudan a que el organismo absorba mejor las vitaminas de los alimentos crudos, como las zanahorias.

Por supuesto, también le traemos un buen consejo: las salsas Kikkoman. Complementan a la perfección los aliños. Nuestra salsa de Soja Kikkoman Naturalmente Fermentada aporta un sabroso sabor Umami a las ensaladas y la Salsa Kikkoman Ponzu proporciona frescas notas cítricas a los aderezos.

¿Le han inspirado nuestras ideas para que pruebe usted mismo algunas deliciosas recetas de ensaladas? ¡Maravilloso! Haga clic aquí para ir directamente a las recetas. ¡Que aproveche!